Los planes de las viñas de Colchagua para enfrentar la escasez hídrica
Las viñas están implementando tecnologías, como sensores de monitoreo, software para gestionar el riego y tranques acumuladores.También están evaluando buscar terrenos hacia el sur de Chile, para sortear la crisis hídrica, pero también para nuevos cultivos.
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En un escenario de megasequía que afecta a gran parte de Chile, las viñas del Valle de Colchagua, en la Región de O´Higgins, están adoptando planes para mitigar la crisis hídrica, los que van desde la implementación de soluciones tecnológicas hasta explorar nuevos cultivos.
A comienzos de marzo, el Ministerio de Obras Públicas declaró a esta región como zona de escasez hídrica hasta septiembre de este año. Comunas como San Fernando y Rancagua, están entre las más afectadas.
La Asociación de Viñas de Colchagua, gremio que reúne a gran parte de las viñas del Valle -23 asociados- creó el Comité de Sustentabilidad, que tiene como objetivo desarrollar una mesa de conversación entre las viñas donde se compartan experiencias, para que la mayor cantidad de socios tenga disponible la información de las opciones para enfrentar de mejor forma los desafíos hídricos.
Sebastián Tramón, coordinador de este comité, señala que si bien no cuentan con cifras del impacto de la sequía en las viñas, “sí sabemos que está afectando a distintos productores de diversas maneras y que se han tenido que hacer cuantiosas inversiones para comprar derechos de agua, hacer pozos profundos y tener tecnología que permita trabajar”.
Con respecto a las soluciones tecnológicas, Tramón afirma que un 92% de los miembros ya cuenta con riego tecnificado, que es un 85% más eficiente.
Añade que las empresas socias han tomado diversas medidas para ahorrar agua, incluso, “hay viñas que están abriendo operaciones en zonas donde hay mayor disponibilidad de agua, como el sur del país, pero la principal estrategia ha sido la búsqueda de tecnologías”, afirma Tramón.
La adopción tecnológica incluye sondas de riego, que monitorean el suelo con sensores para determinar el agua requerida; bombas que evalúan el requerimiento hídrico de la planta; y uso de imágenes aéreas que permitan ver dónde se necesita riego.
En cuanto a los desafíos de la industria, Tramón explica que la velocidad a la cual están enfrentando estos cambios por la disponibilidad de agua “es algo que no nos esperábamos y tenemos que acelerar el paso respecto a qué medidas hay que implementar”.
Además, añade que trabajar a nivel de territorio para evitar que haya conflictos por el uso del agua “es clave” para que “todos aquellos que requieran el recurso, como pequeños productores y comunidades, podamos vivir de manera armónica en el territorio”, dice Tramón.
Santa Cruz: tranques para acumular agua y optimización del riego
Hasta ahora, la Viña Santa Cruz no ha visto bajas en la productividad debido a la sequía. No obstante, Emilio Cardoen, gerente general de la viña, señala que “sí vemos esto tocándonos la puerta. Hace seis años, no pensábamos en una escasez hídrica y hoy día la verdad es que se está viendo la disponibilidad de agua año a año”.
La viña depende directamente de Convento Viejo, un embalse artificial que se hizo en la región de O’Higgins y a quienes les compran agua. Cardoen hace hincapié en que “gracias a ese tranque hoy hay disponibilidad de agua, porque si no existiera, lo más probable es que no tendríamos cierta seguridad de que nos va a llegar agua”.
Las principales medidas que han tomado para enfrentar la escasez de agua son tecnológicas. Instalaron sensores para medir la humedad y saber la cantidad del riego; realizan estudios aéreos para ver cómo se está comportando el follaje e implementaron el riego por goteo, que distribuye de mejor forma el recurso hídrico.
Además, cuentan con tres tranques acumuladores hídricos, que captan el agua de lluvia y se llenan con agua del embalse Convento Viejo para para preparar la temporada. De alguna manera están cubiertos y por lo mismo, no tienen planes de migrar su cultivos a zonas con mayor disponibilidad hídrica.
Cardoen señala que la viña tiene cuatro desafíos centrales. El principal es la crisis hídrica, seguido de la escasez de mano de obra, los costos de la electricidad -que estima que al alza junto con las tarifas de invierno- y el incremento del precio de los insumos agroquímicos.
Veramonte: imágenes satelitales y software para gestionar el riego
El gerente agrícola de Viñedos Veramonte, José Aguirre, comenta que la sequía ha tenido efectos en la productividad de las viñas.
“Esta es una de las temporadas más complicadas. Tenemos algunas bajas que son en promedio de un 10%. En la zona de Marchigüe, hemos tenido bastantes problemas por la bajada de las napas de agua de pozo profundo”, cuenta Aguirre.
Si bien desde hace años que la compañía vitivinícola viene implemetando tecnología para abordar la escasez hídrica, “cada vez se hace más necesario y urgente”, afirma Aguirre.
Las más utilizadas por Veramonte, son el uso de imágenes satelitales, mediciones en terreno sobre el estado hídrico de la planta, software de gestión de riego y adecuar la superficie plantada de acuerdo a la disponibilidad de agua de las distintas zonas.
La reducción de la superficie plantada determinó que optaran por enfocarse en las plantaciones dirigidas hacia productos de alta calidad, lo que “nos favorece un poco al bajar los rendimientos”.
Consultado sobre si están evaluando migrar a zonas con mayor disponibilidad del recurso, Aguirre dice que es “algo que no se descarta”.
Pese a que ha habido un apoyo transversal de diversas organizaciones gremiales, el ejecutivo dice que “no es suficiente”. “Lo que todos pedimos es que haya una mayor inversión desde el Estado y el empresariado, que se hagan inversiones en la acumulación de agua lluvia y en la canalización. Esa sería la única solución viable largo plazo que vemos”.
Los grandes retos para Aguirre están en continuar con la mejora de la eficiencia y utilización del agua, explorar nuevas variedades, la mantención de los equipos de riego e invertir en mantención de los pozos.
Viña Montes: “Falta invertir en tecnificar y acumular agua”
El gerente de enología de Viña Montes, Aurelio Montes, destaca quehay un factor que ha agravado la situación de estrés hídrico que vive el Valle de Colchagua.
“El problema más grande es que no se ha invertido en tecnificar y acumular agua. Los ríos en invierno acá son una locura con la cantidad de agua que corre, y no se han hecho tranques suficientemente grandes para acumular para el verano, y esa agua se termina perdiendo”, afirma Montes.
Si bien la producción de la viña no se ha visto afectada, hace 10 años cuentan con un plan para mitigar el impacto de la sequía.
“Nos dimos cuenta de que este tema venía, porque veíamos que se extraía agua de forma indiscriminada. Partimos en ese entonces con un programa muy fuerte de estudio en el uso eficiente en tecnología para preservar agua y en mediciones del terreno”, cuenta Montes.
En materia de eficiencia hídrica y energética, señala que utilizan bombas de bajo consumo para regar, invierten “constantemente” en tranques acumuladores de agua e instalaron paneles solares en los techos de las bodegas.
Las ganas de expandirse a otras zonas de Chile han estado presentes, pero con la idea de innovar.
“Habíamos empezado a mirar hacia Chiloé, no por temas de agua, sino que, por el cambio en las condiciones climáticas de la zona, permitiendo que hoy estemos investigando en producir ciertos viñedos donde antiguamente no se podía”, adelanta Montes.